Formación
La formación es uno de los conductores que una empresa tiene para seguir siendo competitiva en un contexto marcado por la crisis y por cambios continuos. Una mayor flexibilidad profesional de sus empleados sólo puede lograrse mediante el desarrollo y el refuerzo de los recursos humanos.
La formación permite a la organización difundir el plan estratégico y motivar a los empleados para que lleven a cabo sus tareas de la mejor manera posible, teniendo en cuenta los objetivos que deben alcanzarse. El proceso de formación puede desempeñar un papel fundamental en:
- Adquisición de conocimientos y competencias por parte de los empleados;
- Colmar las lagunas derivadas de los cambios internos o externos;
- Crear planes de valorización y desarrollo del talento.
Además, la formación tiene la ventaja de recompensar a los empleados que ven a la empresa invertir en su futuro profesional. Una programación formativa a lo largo plazo puede llevar a la empresa una ventaja competitiva.